sábado, 26 de enero de 2013

Un chatarrero pasea una bomba de la Guerra Civil en su carro por Valencia


Que alguien encuentre en Valencia un artefacto explosivo de la Guerra Civil es algo que se repite con cierta frecuencia, pero muy pocas veces un chatarrero pasea la bomba en su carro por las calles de la ciudad. Los hechos ocurrieron ayer por la tarde en el distrito de Patraix.

Un agente de la Policía Nacional observó que un hombre empujaba un carro de supermercado con un objeto metálico que parecía un proyectil, por lo que se acercó con su compañero de patrulla para comprobar si la vista le había traicionado. Pero no se equivocó. El chatarrero llevaba una pieza de artillería de grandes dimensiones. El reloj marcaba las 19 horas cuando los policías descubrieron la bomba.

Mientras uno de los agentes comunicaba el peligroso hallazgo a la sala del 091, el otro policía identificaba a la persona que transportaba el artefacto: un inmigrante rumano que se gana la vida recogiendo chatarra. Pocos minutos después, la calle Carteros y la plaza del Escultor Frechina se llenaron de coches patrulla de la Policía Nacional y la Policía Local de Valencia.

El protocolo establecido para el hallazgo de artefactos explosivos se cumplió a rajatabla. Los agentes de la Policía Local cortaron el tráfico en la calle Carteros y los policías nacionales marcaron una distancia de seguridad para que no se acercara ningún vecino. El amplio despliegue policial y las medidas preventivas adoptadas por los agentes asustaron a los vecinos del barrio.

Expectación en el barrio

La noticia de que habían encontrado una bomba corrió como la pólvora. De boca en boca y de tienda en tienda, los vecinos y comerciantes no hablaban de otra cosa. El cordón policial se mantuvo hasta la llegada de los técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos (Tedax) de la Policía Nacional de Valencia.

Todas las miradas de los curiosos se centraron entonces en el carro de supermercado que el chatarrero había abandonado junto a un contenedor de basura. Uno de los agentes cogió con cuidado el artefacto explosivo y lo trasladó en un vehículo al complejo policial de Zapadores, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía. La intervención de los Tedax devolvió la tranquilidad al barrio y puso fin a la emergencia.

La calle Carteros estuvo cortada al tráfico durante media hora, según informaron fuentes municipales. «Nos hemos asustado un poco porque hemos visto muchos policías, pero no por la bomba», afirmó Vicente M., un vecino de la plaza del Escultor Frechina. La espera fue más curiosa que tensa para los vecinos que se congregaron junto a los vehículos policiales. Algunos de ellos fotografiaron con sus móviles el despliegue policial.

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